Cómo prevenir un ictus
El ictus o accidente cerebrovascular se produce como consecuencia de un taponamiento de una arteria en el cerebro o de la rotura de la misma. Los factores de riesgo son aquellos factores que influyen en nuestro organismo aumentando las probabilidades de sufrir un ictus, y es por tanto, modificando los mismos, la manera en la que podemos prevenir sufrir un ictus.
Los factores de riesgo se dividen en dos grandes grupos: factores de riesgo no modificables y factores de riesgo modificables.
Factores de riesgo no modificables
Este tipo de factores están ligados a nuestra biología y por tanto no podemos actuar sobre ellos. Son la edad, sexo, raza, historial familiar, enfermedades hereditarias…
Factores de riesgo modificables
Estos factores hacen referencia a aquellos elementos que podemos cambiar para mejorar nuestra salud. En general, hacen referencia a estilos de vida saludables y tienen una gran influencia sobre la aparición de un ictus. Entre ellos podemos destacar:
- Tensión arterial en valores menores a 130/80. Si sufres de hipertensión, el sistema cardiovascular estará sometido a mayor presión y a mayor trabajo.
- Abandono del tabaco: el consumo de tabaco aumenta las posibilidades de sufrir un ictus tanto isquémico como hemorrágico.
- Hacer deporte de manera regular: se debe evitar el sedentarismo.
- Dieta saludable: se recomienda seguir una alimentación rica en frutas y verduras y pobre en sal.
- Evitar sobrepeso y obesidad, especialmente es perjudicial la grasa abdominal.
- Niveles de colesterol en sangre adecuados. La hipercolesterolemia es una de las principales causas de formación de placas de ateroma.
- Diabetes controlada. La diabetes mellitus es una enfermedad que también afecta a los vasos sanguíneos, por lo que es imprescindible un buen control de los niveles de glucemia.
- Reducir el consumo de alcohol. El consumo de alcohol y drogas se asocia a un mayor índice de infartos cerebrales.
La prevención del ictus es muy importante, ya que cuando sufrimos un ictus es posible que se vuelva a repetir si no eliminamos la causa que lo produjo. Por ejemplo, en muchos casos, la causa del ictus es una placa de ateroma que tapona la arteria, y sólo cambiando de hábitos de vida podremos controlar este factor.
En Neurem trabajamos las secuelas del ictus y la prevención de futuros episodios con Terapia Intensiva y Ejercicio Terapéutico haciendo hincapié en todos estos factores. Si has sufrido un ictus contacta con nuestro centro y estaremos encantados de ayudarte.
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